domingo, julio 30, 2006

Muchacha en la ventana

"Muchacha en la ventana". Salvador Dalí. S. XX

5 Comments:

Blogger Carax said...

En este cuadro es el personaje quien introduce al espectador en el paisaje. La muchacha nos introduce en el paisaje que ella contempla de espaldas al espectador, al igual que hace en varias ocasiones Friedrich. Dalí crea un paralelismo entre el ser humano y la arquitectura, donde se plasma un concepto ensimismado, casi onírico de la realidad, una atmósfera cercana a los pintores metafísicos italianos, por la contundencia de formas a través del dibujo y la luz que imprimen al cuarto y al paisaje. Esta rotundidad no le lleva a olvidar los detalles, haciendo un trabajo muy cuidado en la representación de la cabellera de su hermana Ana María, cabello tratado casi con el cuidado de una miniatura

30 julio, 2006  
Blogger Carax said...

Este cuadro puede ser interpretado de mil formas. Si bien la disposición del personaje central recuerda al "Caminante frente al mar", de Friedrich, yo lo veo completamente distinto. En el cuadro del pintor alemán veo soledad, confianza en uno mismo, valorar la naturaleza como pocas veces lo hacemos... Sin embargo en el de Dalí esta figura central me recuerda a la gente que en un momento determinado nos ha dado la espalda, nos ha fallado, y ni siquiera se ha preocupado por ello. Para combatirlo hay que dar dos pasos: uno la indiferencia, otro la indulgencia. Sepamos perdonar pues todos nos podemos equivocar. Nunca digas de este agua no beberé. O como dice el refranero popular mucho mas castizo: "Nunca digas de este agua no beberé, este cura no es mi padre ni esta polla no me cabe". A vivir que son dos días y vamos por la tarde del primero.

30 julio, 2006  
Blogger Carax said...

"Bendecida por el dios de los años bien llevados, aunque no parezca es uva de la vieja parra.
Lo que sabe hacer no lo enseñan en la escuela, que es materia superior. Pudo ser mejor, pero nuestro baile acaba. Dance quien pueda danzar.
Libre como una tigresa, como el gato oscuro del oscuro bar, cuídate si apareciera por aquí. Mucha pantera para un domador.
Feliz el que no se enamora y tú te lo has sabido hacer. Dalilah, llámame Sansón y mis tijeras te daré.
No bastó con ser el último para ser el primero alguna vez. Mucha letra, pocas ganas de leer. !Qué poca agua para tanta sed!
Felices los que son felices, ya no estoy colgado de ti. Qué suerte los que no te amaron, sólo jugaban a jugar.
Feliz el que no se enamora y tú te lo has sabido hacer. Dalilah, llámame Sansón y mis tijeras te daré". Manolo García-Quimi Portet

30 julio, 2006  
Blogger silvita said...

En este cuadro veo a una mujer de tantas que el destino la ha llevado a una vida tranquila. Vestida con ropa cómoda de estar en casa, con un trapo apoyado en el marco de la ventana como si hubiera hecho un descanso en sus quehaceres diarios. Ella se para apoyada en la ventana para divisar un mundo exterior al que nunca se ha lanzado como hubiera querido. Reflexiona los momentos de su vida que la han llevado ahí. Cada uno de ellos. No se arrepiente pero echa a volar su imaginación y piensa dónde podría estar ahora si las cosas hubieran sido distintas, si hubiera sido más valiente en tal momento o si no se hubiera apresurado en cual ocasión.

31 julio, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Libertad y desasosiego, es lo que me dice la ventana y la muchacha que rechaza su claustro y quiere volar.

08 mayo, 2007  

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